7 actitudes que pueden desembocar en una ruptura
👉🏻 Tabla de contenidos:
El comportamiento que adoptemos es fundamental para el devenir de nuestra vida y más aún en una relación, donde su evolución puede truncarse y acabar en ruptura si no tenemos la actitud más positiva para seguir adelante. El amor puede transformarse en desamor si tenemos actitudes insanas y equivocadas. Y lo peor de todo es que es posible que ni nos demos cuenta y cuando nos percatemos sea ya demasiado tarde para salvar a la pareja.
- La envidia. Uno de los pecados capitales y que puede afectar a personas de toda condición social, sexo y edad. La envidia es universal aunque en el caso de los españoles siempre se ha dicho que es el pecado que más les define. Siendo esto cierto o no, la envidia de otras parejas por su presunta felicidad es un sentimiento que se da en hombres y mujeres de todo el mundo. Puede idealizarse la felicidad de una pareja de amigos, de una pareja que se ve por la calle y siempre es un error pues puede tornarse un sentimiento muy tóxico y, en realidad, nos estamos dejando llevar por gestos exteriores. Quizá esa pareja por la que sientes envidia y que parece la pareja ideal no lo es tanto, es sólo fachada y tienen muchos más problemas que tú.

- Culpar a otros de los propios problemas. Si tienes problemas en tu relación, culpar al entorno, a terceras personas, a tu pareja de ello nunca es una solución. Has de intentar ser racional y objetivo y entender que siempre suele haber una responsabilidad compartida. Y el mejor consejo es que busques los orígenes o causas del problema, no a culpables.
- Idealizar el amor. El amor y la relación de pareja pasa por diferentes etapas o fases, tema que ya hemos abordado anteriormente en este blog. La primera etapa es la del enamoramiento, en la que se idealiza todo lo que tiene que ver con la persona amada. Pero se trata de una etapa fugaz, que ha de dejar paso a otras en una evolución natural. La idealización de la pareja no puede ser permanente en el tiempo pues supone un estancamiento y una auténtica dificultad para progresar en la relación. Además, si esta idealización acaba de golpe, puede ser bastante traumático para el afectado o afectada y desembocar en un verdadero riesgo para la subsistencia de la relación.
- La posesión y dominación. Las personas posesivas en una relación de pareja son un antídoto contra la felicidad. Estos individuos, hombres o mujeres, intentan controlar todo lo que hace el otro, planificar y vigilar su vida y son muy inseguros. Es muy difícil lidiar con estas personas pues no respetan el espacio propio del otro ni la necesidad de cierta libertad. Ante esta situación, hay que intentar dialogar o, en su defecto, acudir a un especialista en terapias de pareja para que intente hacer ver a la persona dominadora que la relación está abocada al fracaso si sigue por ese camino.

- La incomunicación. Muchas veces hemos hablado de la importancia de la comunicación en una relación de pareja. Es un termómetro infalible que nos indica la salud o no de una pareja y si ésta está encaminándose al precipicio, a la ruptura o no es así. La comunicación ayuda a solucionar muchos problemas y es imprescindible para evolucionar en la pareja. Dar por sentadas algunas cosas, equívocos, malentendidos... son consecuencia frecuente de la falta de comunicación. El desarrollo natural de la pareja es imposible en un entorno con mala comunicación.
- Cambiar al otro. Es una situación demasiado común en muchas parejas. Al desaparecer la idealización de la primera etapa de la relación, es posible que con la convivencia se empiecen a ver los defectos del otro, comprendiendo que la imagen idealizada no se correspondía con la realidad. Hay personas que, ante esta situación, intentan cambiar a la pareja para que se parezca lo más posible a la imagen idealizada anterior. Esto puede ser muy dañino y más destructivo de lo que parece a primera vista.
- La familia. Por último, otra actitud que puede desembocar en una ruptura es la intromisión de la familia en la relación de pareja. Esta intromisión suele suceder cuando el hijo o hija así se lo permite y el otro integrante de la pareja es testigo mudo de las interferencias de su familia política. La falta de intimidad es la primera consecuencia de esta actitud e irá minando de forma cada vez más acusada la relación si no se pone un remedio. Esta intromisión es una causa común de desgaste y de ruptura de muchas parejas.

Las etapas del enamoramiento
Hemos mencionado en varios puntos de este post las etapas del enamoramiento. A modo de recordatorio, el enamoramiento es un estado pasajero que ocurre en los primeros meses después de conocer a una persona o iniciar una relación con ella. El enamoramiento es un sentimiento intenso que hace sentir bien, incrementa el deseo sexual y tiene una inevitable fecha de caducidad. En cambio, el amor es un sentimiento que puede durar toda la vida en una relación de pareja. Necesita tiempo para surgir, requiere de decisiones conscientes y raciocinio para avanzar, implica en la pareja un proyecto vital a largo plazo y dos de sus pilares son la confianza mutua y la comunicación.